Palabras de Ateneo, capítulo primero
Queridos/as amigos/as:
He querido romper un poco el hielo y ser algo irreverente en el plano literario. Y lo hago tras un año especial para la organización a la cual pertenezco: el Centro Literario Ateneo de San Bernardo, que en 2019 cumplió 100 años de vida. Distintas generaciones de escritores y poetas han sido parte de su rico historial de talentos, que no se cierra a otras artes, con las cuales es capaz de convivir saludablemente.
Agradezco la invitación que me formulara mi amiga Nelly Salas, presidenta de la distinguida entidad, para incorporarme al Ateneo, a lo cual accedí con mucho gusto. En efecto, soy ateneísta desde mayo de ...justamente 2019.
Pero no quiero ser autorreferente, en absoluto. Talento hay de sobra y, mi idea, en este modesto espacio, que espero prontamente replicar en el sitio web de la organización, es darle cabida poco a poco a las bellas y creativas plumas del centro literario sanbernardino.
En esta oportunidad, y casi de manera aleatoria (insisto, las bellas palabras son un rico patrimonio de nuestro colectivo) he querido empezar con un poema publicado en el número 24, en enero de 2016, de nuestra revista de colección Aurora Boreal de Chile.
Cada verano
Autora: Ruby Saavedra Vergara, profesora, escritora y ecologista.
Cada verano La abuela tejía ilusiones de ensueño y sembraba dichas por doquier.
Sus nietos adorábamos su presencia Y era el ser más apreciado... Cada verano...
También la querían sus nueras y yernos, Todos la querían a rabiar, Y ella, con gran sencillez y generosidad impregnaba todo el verano...
Imposible no quererla Imposible olvidarla La abuela Carlota de Todos los Santos Tejió ilusiones de ensueño, Y esto siempre, siempre quedó impreso En su veintena de nietos...
Su recuerdo se acrecienta cada verano, Querida abuela Carlota